GESTIÓN PROFESIONAL constituye una empresa cuyo principal activo es el humano. Nuestro ámbito de actuación directo está basado en tareas y actividades intrínsecamente ligadas al individuo como tal o perteneciente a una comunidad o grupo, y a las cosas como parte inseparable de las actividades humanas en sociedad. En base a esto, nuestros valores están fundamentados en el marco de los correspondientes a las relaciones personales en la prestación de servicios, así como en el control y la buena ejecución de las tareas.
Entendemos la calidad como el desarrollo de nuestro trabajo de forma que cada parte del mismo ha de ejecutarse con la máxima atención y siempre sometidos a sistemas de control y evaluación.
En nuestras relaciones, la afabilidad, complacencia y capacidad de transmitir afecto han de estar presentes y reconocernos por ellas.
La solución a los problemas o asuntos de gestión, no puede esperar por motivos de eficiencia, ni el proceso de solución debe constituir en si mismo un camino dilatorio. No debe entenderse con esto que no nos tomemos el tiempo necesario, sino que debemos tener presente que la respuesta oportuna, solo lo es, si se realiza en tiempo y forma.
En lo cotidiano como en lo excepcional, la introducción de pequeños cambios ha supuesto siempre grandes avances. Esto, ha de ser un referente en nuestro desempeño diario.
En la calidad de nuestro trabajo debe quedar patente la marca un o una profesional. La formación permanente y la actitud de mejora continua han de constituir un reto diario.
Además de para lograr un clima óptimo en nuestra organización, el Trabajo en Equipo ha de tenerse como medio para ofrecer mejores servicios, con más garantías, calidad y seguridad.
La adhesión a las causas de los demás ante circunstancias adversas, es en si mismo uno de los mayores valores que nuestra Empresa ha de reclamar para sí, en cualquiera de sus actos.
El convencimiento de que toda la sociedad es plural y que diferentes perspectivas de las cosas pueden llevarnos a soluciones distintas pero igualmente válidas, nos ha de hacer ser respetuosos y respestuosas con otros puntos de vista, si bien no implique el abandono de nuestras posiciones sin más. Los procedimientos negociados han de estar en ventaja frente a las imposiciones.
Nuestras actuaciones han de ser siempre susceptibles de ser contadas. La información sobre las mismas ha de ser veraz, completa, detallada y disponible. Nuestros errores han de ser puestos a la luz, para aprender de ellos.
El reconocimiento de que en nuestra sociedad convivimos personas de distintas razas, religiones, ideologías y un sin fin de características que nos hacen diferentes dentro de nuestra condición de iguales, es un requisito imprescindible para cada persona de nuestra empresa. El respeto a las mismas, la principal exigencia.
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